jueves, 10 de junio de 2010



Lunes en la mañana.

Haré un poco de gimnasia bancaria y también de la otra…

Sí, voy a aprovechar estos últimos días en Talcahuano para recorrer, sacar fotos, comparar y tratar de encontrar la plantita aquella… esa que le indiqué a Galy, sus hojas redondas, sus flores amarillas, yo la conozco como espuela de galán

Galy es una de mis hermanas menores. Venía en envase chico y su salud es complicada pero ni se nota… ella nunca lo ha demostrado… De repente de desploma sin previo aviso, en el supermercado, en la sala de clases, en la calle…en cualquier lado pierde el conocimiento, se va al suelo, se le apaga la tele un ratito y luego se recupera fresca como lechuga… eso !!! como decía, ella lo asume como parte de su rutina…

Pero volvamos a la espuela de galán que ya había visto en un jardín cercano.

El Banco quedaba p’al otro lado, p’al lado del mar así que me dije a mi misma “misma, seguramente encontrarás la plantita en otro jardín, date una vuelta larga, aprovecha el sol y el tiempo disponible… vamos, búscala !!

Sin querer queriendo mis pies me llevaron más lejos de lo pensado y, sin darme cuenta, llegué al barrio donde vivía mi hija antes del terremoto.

¡Mala idea ! los jardines que quedaron quemados con el agua del tsunami aún no se han recuperado, los brotes nuevos están asomando lentamente pero las plantitas chicas … ni luces, menos la plantita milagrosa.

Decidí sacar mi cámara con su lente de ojo asombrado y le dije ¡ vamos !quiero ese pato de colores hermosos, ese conjunto de pájaros revoltosos, el barro brillante como espejo y también esa araucaria… apreté su botón, lo volví a apretar y … nada . Busqué botones hasta por debajo del lente …!! Ohh!! No funciona …Traté de cerrar su ojo asombrado y se negó rotundamente, ni por las buenas ni por las malas. Allá al fondo de su estuche quedó relegada toda incómoda pues su ojo seguía abierto…

Pero volvamos a la plantita y a Galy.

A través de facebook me enteré que nuevamente le dio la garrotera, esta vez en el baño de su casa. Al caer se golpeó la frente y quedó sangrando por lo tanto un feo moretón aparecería pronto. Y ese era el motivo de la búsqueda de la plantita milagrosa: debería chancar un montón de hojas y colocar ese emplasto en su moretón y la fuerza del milagro lo haría desaparecer más pronto de lo esperado…

Seguí caminando hasta el otro lado, donde yo la había visto. La idea era pedir unas ramas y llevarle a Galy.

Allí ¡! Allí está, al fondo de ese jardín … se la ve frondosa, trepando por el muro de la casa… toc toc ¡! … Alooo!!! Alooo!!! La cortinas están cerradas y la reja con llave…






2 comentarios:

  1. Nellina, te faltó un titulo.
    ya había leído este relato y lo encontré super entrete, podrías publicar ese que escribiste una vez sobre andar en una micro por un camino pedregoso, te acuerdas?

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  2. Valla valla, aquí estas sobresalindo de todos los que atinamos con esto, te sabes una buena en lo que haces, te haces la que no sabe, la que no capta, pero a mi modo de ver, las palabras fluyen desde tu mente y hacia el teclado, como si nada te hubiera resultado nada de mejor que escribir tus historias simples, de hojas, de pétalos, de malezas (la que perseguias con tanta afan en el relato), de calles al atardecer. Un beso, aún espero tu posteo en el mío,,,

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